miércoles, 25 de febrero de 2009

HUMILDAD – Un concepto no común

¿Buscas tú los lugares altos? ¿Buscas tu la prominencia? ¿Te gusta ser reconocido en frente de otros? ¿Te gusta cuando tu nombre es alabado en público? ¿Sueñas con grandeza? El orgullo ha visto a muchos caer. Proverbios 16:18 dice “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu.”

Por otra parte, la modestia, la mansedumbre, la humildad (conceptos no muy comunes en los seres humanos) son apreciados por Dios. En Lucas 18:10-14, Jesús nos relata la siguiente historia: “Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.” ¿Cual de estos dos individuos te caracteriza a ti? ¿Cual de los dos quisieras ser?

Mantente alejado del orgullo, de promoverte a ti mismo, de ser engreído y presuntuoso, y de buscar la admiración y alabanza de otros. Mantente humilde; busca el favor de Dios; levanta Su Nombre en alto y no el tuyo; alábalo a El y no a ti mismo, porque “Dios resiste al soberbio, mas da gracia al humilde.” Santiago 4:6

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