martes, 20 de enero de 2009

LA VOLUNTAD DE DIOS PARA TU VIDA - Parte 6

Repacemos lo que hemos cubierto hasta ahora. Hemos dicho que:
• Hemos sido creados para tener una relación personal e íntima con Dios
• Hemos sido creados para vivir para El
• Hemos sido creados para darle gloria
• Hemos sido creados para llevar fruto
• El deseo de Dios es la redención de todos los seres humanos

Hoy aprenderemos que El quiere usarte a ti y a mí para llevar a cabo Su plan de redención. Imagínese, el Gran Yo Soy, el Creador de Universo, el Rey de reyes y Señor de señores le ha escogido a usted para incluirlo y darle una misión que sobrepasa cualquier otra misión en este mundo. Hay muchas causas nobles, como ser un doctor, o darle de comer a los hambrientos, pero estas solo alcanzan niveles de ayuda al cuerpo humano. Dios nos ha llamado para participar en la más grande de todas las misiones: la redención del alma humana, la salvación eterna de personas de un estado de separación eterna de Dios en el infierno, a un estado de comunión eterna con Dios en el cielo. No hay causa más grande y noble que esta. El nos ha dado la responsabilidad de llevar a cabo la Gran Comisión.

En Mateo 28:18-20, Jesús dijo a Sus discípulos: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que yo os he mandado, y he aquí, Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.” Marcos 16:15 dice: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” En Lucas 24:46-48 dice “Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese y resucitase de los muertos al tercer día y que se predicase en Su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas.” Y en Juan 17:18 dijo al Padre: “Como tu me has enviado al mundo, así yo los he enviado al mundo.”

El discípulo de Cristo tendrá llenura en su vida cuando lleve a cabo la misión de Dios de redención. 2da de Corintios 5:18-20 dice: “Y todo esto proviene de Dios, Quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación, que Dios estaba en Cristo, reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de reconciliación. Así que, somos embajadores en el nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros, os rogamos en el nombre de Cristo: reconciliaos con Dios.”

No tardes, estas palabras son para ti y para mí. Corramos con ellas; pongámoslas en práctica, y que el Señor te use a ti y a mí grandemente para expandir Su reino.

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