Aquellos que han leído la Biblia por complete pueden ver claramente que después de la caída del hombre y a través de la historia, el deseo de Dios es la redención de nuestras almas. Hay muchos pasajes Bíblicos que acentúan esta verdad. La mayor demostración de esta verdad es Jesús. Dios se convirtió en carne (Juan 1:14) con el propósito de salvarnos. Un versículo central que demuestra esto se encuentra en Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el crea, no se pierda mas tenga la vida eterna.”
Hay otros 2 pasajes que son clave para el entendimiento de la voluntad y el deseo de Dios. 1ra de Timoteo 2:3-4 “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” Y 2da de Pedro 3:9 “El Señor no tardará Su promesa, como algunos la tiene por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
Esto nos lleva a un punto importante donde necesitamos entender que dentro del deseo y la voluntad de Dios, El ha planeado incluirnos en Sus propósitos. El quiere usarte a ti y a mi para llevar a cabo Su plan de redención. Explicaremos esto con mas detalles en los próximos artículos.
miércoles, 7 de enero de 2009
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