En el último artículo “La Voluntad de Dios para tu Vida,” expusimos que Dios nos creó para que tuviéramos una relación personal e íntima con El. En esta segunda parte veremos que Dios nos creó para que vivamos para El.
Colosenses 1:16 dice “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.” Para poder vivir una vida llena de plenitud, para poder experimentar propósito y comprender el significado de la vida, necesitamos comprender que no estamos aquí para vivir de una manera egoísta. Fuimos creados para vivir para El. Si no comprendemos esta verdad, nuestras vidas estarán llenas de disolución, y no le encontraremos sentido a nuestras vidas. Podremos pasar muchos años persiguiendo una carrera profesional, o en busca de más y más dinero, o tal vez es nuestras relaciones familiares o amistades, o aún tratando de vivir sacrificadamente por alguna causa noble, pero ir tras todas estas cosas nunca satisfarán nuestras vidas por completo. No me malentienda, estas cosas son necesarias en la vida, pero no son la razón principal de vivir.
Jesús dijo: “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.” ¿Podría ser que al final de nuestras vidas, después de haber perseguido y vivido para otras cosas, en vez de Dios, nos demos cuenta que malgastamos nuestras vidas? De otra manera, aquellos que vivieron para Jesús, entenderán que hicieron la decisión correcta de vivir para El.
2da de Corintios 5:15 dice: “y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.”
Solamente tenemos una oportunidad en esta vida; no la malgastemos. ¡Vivamos nuestras vidas para Jesús! No lo lamentarás.
viernes, 2 de enero de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario