En la entrada anterior de mi blog escribí acerca de principios para interpretar correctamente las Escrituras. Otra de mis sugerencias para estudiar e interpretar correctamente la Biblia es la “PERSEVERANCIA.”
Yo he aprendido en mí andar cristiano que esto es algo difícil; una temporada leo varios capítulos al día, meditando en ellos con una actitud de oración, y sacándole verdadero provecho, y en otra temporada dejo de leer, y mi tiempo devocional consiste en un par de versículos a la carrera, y a veces “nada.” No en balde nuestras vidas están muchas veces en derrota. No se si tú estás familiarizado con el pasaje de la Biblia que habla acerca de cuando Dios proveyó al pueblo judío del “maná” (era como una especie de pan, pan del cielo.) Alguien comparó la lectura de la Biblia con la historia del maná. El cristiano debe agarrar lo necesario para cada día. Uno no debe acaparar sus devociones para varios días y esperar poder sobrevivir espiritualmente. Debemos aprender a venir a diario a la Palabra de Dios para nuestro sustento espiritual. Josue 1:8 dice: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
Habrá momentos en que no sintamos leer; perseveremos y hagámoslo por fe, aunque el fuego no esté ahí. Dios promete que El es galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6)
jueves, 11 de septiembre de 2008
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