sábado, 13 de septiembre de 2008

¡Aseo!

Otro “tip” para sacarle el mayor provecho al estudio y lectura de las Escrituras en dejar que Ella (la Biblia) nos cambia. Mucha gente lee las Escrituras como un periódico, o como cualquier otro libro de texto. La Biblia es un libro vivo que a través del Espíritu Santo produce cambios.

Jesucristo dijo en Juan 17:17 “santifícalos con Tu verdad; Tu Palabra es verdad.” La Palabra de Dios, cuando es leída con la motivación correcta, produce cambios, cambios para el bien, cambios de mejoría. Yo me recuerdo que cuando yo le entregué mi vida a Cristo, uno de mis vicios era el fumar cigarrillos. Un día, leyendo las Escrituras, me encontré con un pasaje que decía: ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1Co 6:19-20. Yo me imaginé al Espíritu Santo tosiendo dentro de mí, y de inmediato decidí dejar de fumar. Así es el poder transformador de la Palabra de Dios; nos cambia, nos limpia, nos santifica, nos transforma.

Otros pasajes que hablan de este poder transformador:
Salmo 119:9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
Salmo 119:11 En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.

¡Comienza hoy!

viernes, 12 de septiembre de 2008

PLAN

Continuando con el tema de como estudiar las Escrituras, otro principio esencial es: use un método personal. Muchas personas tratan de implementar métodos dados por otros con respecto a que hacer durante nuestro tiempo a solas con Dios, y al ellos practicarlo, no les es efectivo. Para mí, hay una regla que yo uso: al final de mi devocional, si mi corazón no arde por Dios, no ha sido un tiempo efectivo. En Lucas 24:32 dice: “Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? No seamos mecánicos en nuestra lectura u oración. Algunos leen el mismo número de capítulos diarios; otros leen la Biblia en un año, otros leen un proverbio al día. Busque un método que trabaje para usted.

A un paso de lectura normal, la persona average puede leer el evangelio de Lucas en tres horas, 4 horas y medias para leer el libro de los Salmos, 52 horas para leer el Antiguo Testamento, 19 horas para leer el Nuevo Testamento, y 72 horas para leer la Biblia por completo. Después de casi 30 años de haber sido transformado por el gran amor de Cristo, he tenido la oportunidad de leer la Biblia varias veces, pero hoy en día, aunque a veces leo extensamente capítulos o libros, el método o plan que mas hace arder mi corazón es cuando leo un pasaje, y me detengo a meditar y estudiar cada uno de los versículos. Pero de nuevo, esto trabaja para mí; cada uno somos diferentes; busque el plan que trabaje para usted.

jueves, 11 de septiembre de 2008

PERSEVERANCIA

En la entrada anterior de mi blog escribí acerca de principios para interpretar correctamente las Escrituras. Otra de mis sugerencias para estudiar e interpretar correctamente la Biblia es la “PERSEVERANCIA.”

Yo he aprendido en mí andar cristiano que esto es algo difícil; una temporada leo varios capítulos al día, meditando en ellos con una actitud de oración, y sacándole verdadero provecho, y en otra temporada dejo de leer, y mi tiempo devocional consiste en un par de versículos a la carrera, y a veces “nada.” No en balde nuestras vidas están muchas veces en derrota. No se si tú estás familiarizado con el pasaje de la Biblia que habla acerca de cuando Dios proveyó al pueblo judío del “maná” (era como una especie de pan, pan del cielo.) Alguien comparó la lectura de la Biblia con la historia del maná. El cristiano debe agarrar lo necesario para cada día. Uno no debe acaparar sus devociones para varios días y esperar poder sobrevivir espiritualmente. Debemos aprender a venir a diario a la Palabra de Dios para nuestro sustento espiritual. Josue 1:8 dice: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”

Habrá momentos en que no sintamos leer; perseveremos y hagámoslo por fe, aunque el fuego no esté ahí. Dios promete que El es galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6)

viernes, 5 de septiembre de 2008

EL DIOS QUE HABLA

¿Quiere saber que piensa Dios? Lee la Biblia. Dios se ha comunicado verbalmente con nosotros, y nos ha dejado un libro, el cual es plenamente inspirado por El. Hay tantos beneficios en leer y obedecer las Escrituras, que me quedaría corto de páginas tratando de enumerarlos. Pero mucha gente no lee la Biblia porque no la entiende, o tienen temor a mal interpretarla. Unos de los problemas es que no saben por donde comenzar. Yo sugiero que comiencen por los libros más fáciles de entender. Por ejemplo, el evangelio según San Juan (4to libro del Nuevo Testamento) es un buen lugar. También la primera carta de Juan (1ra de Juan) también es fácil de comprender. Libros como los Salmos o Proverbios son de gran ayuda espiritual.

Hay personas que mal interpretan las Escrituras, y esto es muy peligroso. La misma Biblia nos dice en 2da de Timoteo 2:15 “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” Y en 2da de Corintios 4:2 el apóstol Pablo nos advierte de personas que “Adulteran la Palabra de Dios.”

A continuación les escribo una lista de principios de interpretación que debemos aplicar cuando leemos la Biblia.

1. Mantenga una correcta relación con El, en otras palabras, entregue su vida por completo a Dios
2. Busque el propósito de lo que Dios esta comunicando, y no lo que usted quiere oír
3. Busque una versión correcta de la Biblia. Hay muchas versiones que no son exactas. Particularmente yo leo la versión Reina-Valera de 1960
4. Interprete el versículo o pasaje de acuerdo a lo que dice el contexto
5. Interprete versículos o pasajes difíciles con pasajes similares que son fáciles
6. Aprenda a diferenciar para quien fue escrito (a cristianos, a judíos, o a los gentiles)
7. El Espíritu Santo es el mejor intérprete. Pídale a Dios que ilumine lo que lee.

Luego les daré más principios de interpretación. Lo importante es que comiences hoy mismo; los beneficios son innumerables.