jueves, 21 de agosto de 2008

¡MANA!

¡La Palabra de Dios es grandiosa! Leyendo el Salmo 119 (si nunca lo has leído, te pierdes de una verdadera bendición) he encontrado abundancia de ayuda en tiempos de sequía. Casi en su totalidad, este salmo (el capítulo mas largo de la Biblia) habla específicamente de los beneficios de la Palabra de Dios en nuestras vidas.

Hoy específicamente leí el versículo 50 que dice: “Ella (hablando de la Biblia) es mi consuelo en mi aflicción, porque Tu dicho me ha vivificado.” ¿Necesitas consuelo para tu vida? ¿Estás pasando por alguna circunstancia y no sabes a quién acudir? Te aconsejo vayas a la Palabra de Dios. Cientos y miles de veces he recibido ese consuelo anhelado que solo Dios puede dar. En Romanos 15:4 dice: “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron a fin de que por la paciencia y consolación de las escrituras, tengamos esperanza.” El versículo sigue diciendo: “…porque Tu dicho me ha vivificado.” ¿Te sientes desanimado? La palabra desanimo está compuesta de dos palabras: des, que significa falta, y ánimo, que se deriva de la palabra alma, es decir, que cuando un está desanimado es como si nos faltara el alma o la vida. Bueno, Palabra de Dios (la Biblia) es la que trae vida a nuestras almas, “Tu dicho me ha vivificado.” Esto me recuerda de algo muy importante dicho por Nuestro Señor Jesús en Juan 6:63: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida.” En Hebreos 4:12 dice que: “La Palabra de Dios es viva y eficaz.” En otro lado el Señor Jesús nos dice que: “No solo de pan vivirá el hombre, si no de toda Palabra que sale de la boca de Dios.” Mateo 4:4

¡Las Sagradas Escrituras dan vida; cómelas!

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