
Evitar conflictos es casi siempre imposible, solo toma 2 personas que pasen un poco de tiempo juntos y tarde o temprano ocurre. Lo que importa es como reaccionamos cuando llegue el momento del conflicto. ¿Corremos a contarlo a otros, causando división y dolor, dañando a otros y a nosotros mismos, o aplicamos amor y tratamos de restaurar la relación como Cristo lo haría? He aquí algunas sugerencias que encontramos en Su Libro; apliquemosla y vivamos vidas felices:
"Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano." Mateo 18:15-17
"Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado." Gálatas 6:1
"Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda." Matthew 5:23-24
No hay comentarios.:
Publicar un comentario