
Hemos sido creados para tener una relación personal con Dios. En el principio, la Biblia dice que Dios creó a Adán y Eva y los puso en un jardín llamado el Edén. Ellos paseaban con Dios, hablaban con El, y tenían una relación personal e íntima con el Creador. Pero no mucho tiempo después, esa relación se rompió, porque pecamos. El pecado nos separa eternamente de Dios. Pero Dios, quien siempre ha querido reparar y establecer esa íntima relación con nosotros, proveyó una forma por medio de la cual pudiésemos regresar a esa comunión co El. El se convirtió en un hombre y moró entre nosotros, enseñándonos Sus caminos, muriendo y derramando Su sangre por nosotros para pagar por nuestros pecados, y resucitando al tercer día para darnos vida eterna.
La Biblia dice en Romanos 10:9 que “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” Yo me arrepentí de mis pecados y creí que la sangre de Jesucristo y Su muerte en la cruz fue y es suficiente como pago completo por todos mis pecados (pasados, presentes y futuros.) Ahora puedo disfrutar de una relación personal con my Creador, Señor y Salvador.
Juan 1:12 dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” Ahora Dios es mi Padre, yo soy parte de la familia de Dios, El me llama “hijo.” 2da de Corintios 6:18 dice: “Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” Que privilegio, que el Creador del Universo, el Dios Omnipotente haga tal cosa por este pecador. Efesios 2:19 dice: “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.” Y Juan 15:15 dice: “os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.” Que cosa tan increíble, que yo puedo hablar con El, y El me oye; que El se está comunicando conmigo constantemente a través de Su Palabra, a través de Su Espíritu Santo y la oración, a través de las circunstancias de la vida y a través de otros creyente llenos de Su sabiduría.
¿Tienes tú una relación personal e íntima con El? ¡Comienza hoy!