lunes, 24 de marzo de 2008

¿SOY YO UN CRISTIANO? - Parte 2

Continuamos nuestra búsqueda para encontrar respuestas a la importante pregunta: ¿Cómo puedo estar seguro que soy salvo? En el artículo anterior nos preguntamos: ¿Deseo y me agrada tener comunión con Dios? Continuemos ahora con la siguiente pregunta:

2. ¿Soy yo indiferente al pecado? O en otras palabras, ¿Practico yo pecado? ¿Me siento mal cuando peco? La Biblia dice que cuando uno se arrepiente y recibe a Jesús, la naturaleza de Dios (Su carácter) es nacido en nosotros. Parte de Su naturaleza es santidad y pureza. Así que, si tu verdaderamente has nacido de El, no vas a querer que el pecado continúe en tu vida. 1ra de Juan 3:8 dice: “el que practica el pecado es del Diablo, porque el Diablo ha pecado desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.” Esto no significa que como cristiano no vas a pecar jamás. En la misma epístola, en 1st Juan 1:8 leemos que “si decimos que no tenemos pecado nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.” El verdadero cristiano es sensible al pecado. Con la naturaleza de Dios viviendo en nosotros, no vamos a desear continuar en ningún tipo de camino pecaminoso con nuestras vidas.

Una vida continua de pecado, puede ser evidencia de un corazón no arrepentido y por lo tanto no salvo. La Biblia es bien clara acerca de este asunto como dice en 1ra de Corintios 6:9-11 “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.”

Nosotros podemos decir que somos cristianos, pero si no hay señales de carácter cristiano en nuestras vidas, esto puede ser una indicación que en verdad no lo somos. Tenemos la idea que porque un día pasamos adelante al altar e hicimos una oración somos salvos; o porque hemos estado en una iglesia, o dado dinero, o porque nuestros padres han sido cristianos, nosotros también lo somos. La salvación no tiene nada que ver con pasar adelante y repetir unas palabras. La salvación tiene que ver con un gran sentido de dolor y tristeza por nuestro pecado, y de pedirle y aceptar el perdón que Dios nos da a través de la sangre derramada por Cristo en el Calvario. Al hacer esto, recibimos el nuevo nacimiento. El mensaje de Juan el Bautista fue claro: Arrepentíos, porque el Reino de Dios se ha acercado.” Mateo 3:2. El mensaje del Señor Jesucristo fue sencillo y claro: Arrepentíos, y creed en el evangelio.” Marcos 1:15. El mensaje de los discípulos era sencillo y claro: “Y saliendo, predicaban que los hombre se arrepintieran.” Marcos 6:12. ¿Se ha usted arrepentido verdaderamente de sus pecados? ¿es usted un verdadero cristiano?

Más por venir…

sábado, 22 de marzo de 2008

¿SOY YO UN CRISTIANO? - Parte 1

Salvación: ser rescatado y preservado de la catástrofe mas grande que es el estado permanente conciente de tormento eterno en el infierno, y en cambio, haber recibido gratuitamente la seguridad de una vida abundante y eterna con Dios en su reino, a través del perdón de nuestros pecados. La Biblia nos dice que nosotros podemos estar seguros que tenemos la vida eterna. 1ra de Juan 5:13 dice “estas cosas os he escrito a vosotros, que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.” Es posible saber por seguro si tenemos vida eterna o no. Además de esto, la Biblia nos da maneras para probar o confirmar nuestra salvación. La pregunta sería: ¿Cómo puedo estar seguro que soy verdaderamente un cristiano, que tengo vida eterna y que voy al cielo? En la mismo epístola, el apóstol Juan, inspirado por el Espíritu Santo nos dejó una manera por medio de la cual podemos probarnos a nosotros mismo para saber si nuestra fe es genuina, para saber si somos verdaderamente salvos.

El asunto de la salvación es tan crítico que el Señor, a través del apóstol Pablo dejó el siguiente mandamiento en 2da de Corintios 13:5: Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” Así que, debemos examinarnos para estar seguros que nuestra fe es real.

Hace un tiempo oí a alguien decir: “No puede ser igual un corazón que haya visto a Cristo.” Si de verdad usted ha tenido un encuentro con Jesús, su vida nunca será la misma; por lo menos la mía nunca ha sido igual. Así que basado en eso, comencemos la prueba. Para hacerlo más fácil, lo pondremos en forma de pregunta:

  1. ¿Pasa tiempo usted con Dios? ¿Disfruta usted de comunión con Dios? Cuando digo comunión no me refiero a la santa cena; más bien a pasar tiempo a solas con Dios, meditando en Su grandeza y en Sus maravillas. 1ra de Juan 1:3 dice: “y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con Su Hijo Jesucristo.” La primera evidencia que vemos que demuestra que realmente somos cristianos es el deseo de pasar tiempo con Dios. Si decimos que somos creyentes y discípulos y no pasamos tiempo con El, esto puede ser una indicación de que no hemos tenido un verdadero encuentro con El. La palabra “comunión” significa compañerismo, amistad íntima, querer estar juntos, familiaridad. ¿Tiene usted una sed insaciable de leer Su Palabra, de hablar con El en oración, alabanzas, acciones de gracia, cantándole?

Esta es la primera pregunta; pronto vienen más…