viernes, 29 de junio de 2007

RUTINA

Día 1: me levanté, desayuné, abracé a mi esposa e hija, fui al trabajo, regresé, cené con la familia, jugué con el perro, leí un libro, me acosté.
Día 2: me levanté, desayuné, abracé a mi esposa e hija, fui al trabajo, regresé, cené con la familia, jugué con el perro, leí un libro, me acosté.
Día 365: me levanté, desayuné, abracé a mi esposa e hija, fui al trabajo, regresé, cené con la familia, jugué con el perro, leí un libro, me acosté..
10 Años después: me levanté, desayuné, abracé a mi esposa e hija, fui al trabajo, regresé, cené con la familia, jugué con el perro, leí un libro, me acosté.

¡Rompa la rutina! Haga algo extraordinario con su vida. Cuando vemos lo maravilloso de la creación de Dios, nos damos cuenta que Dios no es un Dios de rutinas, ni aburrido. Hemos sido creados a imagen y semejanza de El. Por lo tanto, rompa el molde, salga de su cáscara, deje el LazyBoy, y el control remoto de la TV. Levántese y haga algo diferente, dinámico, entusiasta.

La Biblia dice: ¡Con tremendas cosas nos responderás tú! Otra versión dice: ¡nos respondes con imponentes obras! Salmos 65:5

No malgastes tu vida; ¡has algo grande para Dios!